Until recently mental health has been a “hush hush” topic. Unfortunately, many people have been pushed to the breaking point due to untreated mental illnesses. Nowadays many children and teenagers face an adverse number of battles; many of which have faced some type of trauma growing up. Adverse Childhood Experiences otherwise known as ACE’s can impact the livelihood of children and young adults. According to the Centers for Disease Control (CDC), “About 61% of adults surveyed across 25 states reported that they had experienced at least one type of ACE, and nearly 1 in 6 reported they had experienced four or more types of ACEs” (CDC, 2021). A child’s environment can weigh heavily on their brain development. The incarceration of a parent, a parent’s divorce, household members with mental health problems, witnessing violence, etc.
Furthermore, all of these issues have the potential to lead to mental health problems for children and teenagers later on into adulthood. Depression, anxiety, PTSD, chronic health problems, substance abuse, etc. All of these silent killers can push a child or teen to their breaking point and even lead to suicide in serve cases. So, what exactly can parents and caregivers do to prevent ACE’s from occurring?
- Teach children coping skills
- Promote high quality social interactions among peers
- Create a strong support system made up of family, friends, caregivers, and even mental health clinicians
- Intervene when necessary in order to prevent further damage for occurring to a child’s development
Stigmas and stereotypes so frequently accompany some of life’s toughest moments, but it all lies in our ability to cope and manage life’s stressors in order to enhance a child’s upbringing. Pay attention to your child’s needs. Often, we are so preoccupied with our own responsibilities we neglect the signs of destress within our children’s lives. Promote safe and secure environments, and always utilize resources when necessary.
Los Signos Silenciosos del Ahogamiento
Hasta hace poco, la salud mental ha sido un tema muy secreto. Desafortunadamente, muchas personas han llegado al límite debido a enfermedades mentales no tratadas. Hoy en día muchos niños y adolescentes enfrentan un número adverso de batallas; muchos de los cuales han enfrentado algún tipo de trauma al crecer. Las experiencias adversas de la niñez, también conocidas como ACE, pueden afectar el sustento de niños y adultos jóvenes. Según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), “Aproximadamente el 61% de los adultos encuestados en 25 estados informaron que habían experimentado al menos un tipo de ACE, y casi 1 de cada 6 informó que había experimentado cuatro o más tipos de ACE” (CDC, 2021). El entorno de un niño puede pesar mucho en el desarrollo de su cerebro. El encarcelamiento de un padre, el divorcio de un padre, miembros del hogar con problemas de salud mental, presencia de violencia, etc.
Además, todos estos problemas tienen el potencial de conducir a problemas de salud mental para niños y adolescentes más adelante en la edad adulta. Depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático, problemas de salud crónicos, abuso de sustancias, etc. Todos estos asesinos silenciosos pueden llevar a un niño o adolescente al límite e incluso llevar al suicidio en casos de servicio. Entonces, ¿qué pueden hacer exactamente los padres y cuidadores para evitar que ocurran los ACE?
- Enseñe a los niños habilidades de afrontamiento
- Promover interacciones sociales de alta calidad entre pares.
- Crear un sólido sistema de apoyo compuesto por familiares, amigos, cuidadores e incluso médicos de salud mental.
- Intervenir cuando sea necesario con el fin de evitar que se produzcan más daños en el desarrollo del niño
Los estigmas y los estereotipos suelen acompañar a algunos de los momentos más difíciles de la vida, pero todo radica en nuestra capacidad para afrontar y gestionar los factores estresantes de la vida a fin de mejorar la crianza de un niño. Preste atención a las necesidades de su hijo. A menudo, estamos tan preocupados por nuestras propias responsabilidades que descuidamos los signos de estrés en la vida de nuestros hijos. Promueva entornos seguros y protegidos, y utilice siempre los recursos cuando sea necesario.
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