Creado por Meredith Bauer, especialista sénior en relaciones públicas para UF/IFAS.

En el 2024, el virus del Oropuche se dio a conocer como una nueva amenaza para la salud pública: el virus se detectó en personas que habían viajado recientemente a Cuba y los graves riesgos para la salud asociados a la enfermedad generaron preocupación sobre su posible propagación y establecimiento en los Estados Unidos.
El virus del Oropuche es endémico en países como Brasil, Bolivia, Colombia, Cuba y Perú, y se transmite principalmente de persona a persona por una especie de insecto pequeño denominado jején, mosquito de arena, mosquito polvorilla o ceratopogónido.
En el 2024, se detectaron alrededor de 105 casos de virus del Oropuche relacionados con viajeros en los Estados Unidos, de los cuales aproximadamente 103 llegaron a Florida, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés). Las personas infectadas habían viajado recientemente a Cuba. Dado que la especie de insecto que transmite el virus del Oropuche nunca se había encontrado en Cuba, los investigadores sospecharon que los mosquitos transmitían el virus de persona a persona. De ser así, sería mucho más probable que el virus se estableciera en Florida y en otras partes del país.
En general, el virus del Oropuche causa fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, así como una erupción cutánea con lesiones elevadas. Pero la mayor preocupación es que podría causar defectos congénitos, tanto cognitivos como de desarrollo, si una mujer embarazada se infecta, lo que recuerda las preocupaciones surgidas durante el brote de Zika del 2016-2017.
Pero los investigadores tienen buenas noticias: los dos principales tipos de mosquitos que transmiten enfermedades en el sureste de los Estados Unidos son muy poco eficientes para propagar el virus del Oropuche, por lo que, incluso si llegan casos de viajeros y una de estas personas es picada por un mosquito, es poco probable que el virus se transmita a la siguiente persona picada, afirmó Barry Alto, profesor asociado de University of Florida Institute of Food and Agricultural Sciences (UF/IFAS).
La investigación fue financiada por una subvención de los CDC y se publicó recientemente en la revista científica PLOS Neglected Tropical Diseases.

Dongmin Kim, científico investigador del Laboratorio de Entomología Médica de Florida (FMEL, por sus siglas en inglés) de UF/IFAS, explicó que los resultados ofrecen tranquilidad, ya que el virus del Oropuche se ha asociado con posibles efectos adversos durante el embarazo y la limitada evidencia emergente también sugiere que podría transmitirse por vía sexual.
“Nos preocupaba un brote porque la enfermedad, al igual que el Zika, puede causar graves defectos congénitos”, declaró. “Podría haber sido realmente grave”.
El estudio analizó las especies Aedes aegypti, también llamado mosquito de la fiebre amarilla y Culex quinquefasciatus, el mosquito doméstico del sur, que son los mosquitos más comunes que transmiten enfermedades en el sur de los Estados Unidos.
Aedes aegypti es conocido por propagar otras enfermedades patógenas asociadas con enfermedades en Estados Unidos e internacionalmente, como el dengue, el Zika, la fiebre amarilla y el chikunguña. Los mosquitos de la especie Culex transmite el virus del Nilo Occidental, el virus de la encefalitis de San Luis y el virus de la encefalitis equina occidental.
“Estos son los mosquitos que pican a los humanos con regularidad”, señaló Alto.
Al completar su estudio sobre la infección, los investigadores analizaron más de 2000 mosquitos para determinar qué tan eficientes podrían ser en la propagación del virus del Oropuche. Encontraron que muy pocos presentaban la infección en su interior y que aún menos tenían el virus en la saliva, lo que significa que no podrían transmitirlo a la siguiente persona que picaran, explicó Nathan Burkett-Cadena, profesor asociado de FMEL de UF/FAS.
“Consideramos que es muy improbable que el virus se establezca y se transmita localmente”, añadió.
Los siguientes pasos de esta investigación serán evaluar si las moscas pequeñas presentes en Estados Unidos, también llamadas jejenes, pueden propagar el virus del Oropuche y si los mosquitos pueden transmitir el virus a sus crías.
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Traducido al español por Luz Bahder luzdenia@ufl.edu
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Imagen destacada: Mosquito se alimenta sobre la piel de una mano humana. AdobeStock_517822555. Fotografía de Arcyto. Fotografía utilizada bajo licencia.
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