By:
Chuck Woods (352) 392-1773 x 281Source(s):
Nan-Yao Su nysu@ufl.edu, (954) 577-6339
Renato Ripa (La Cruz, Chile) rripa@lacruz.inia.cl, 56-33-312366
James Smith (Santiago, Chile) jsmith@terminator.cl, 56-2-443-5488
Raul Valdez (Santiago, Chile) ambiente@lascones.cl, 56-2-224-9765
SANTIAGO, CHILE — En Santiago, y extendiéndose a otros centros urbanos cercanos a esta ciudad capitalina, una invasión de termitas subterráneas está royendo miles de casas, causando temor y confusión entre los residentes, quienes no saben cómo detener la destrucción.
Las termitas no eran consideradas un problema, hasta que fueron descubiertas inicialmente en el país en 1986, probablemente ingresadas desde los Estados Unidos a través del puerto de Valparaíso. Desde entonces las termitas se han extendido, cubriendo una superficie de más de 48 000 mil kilómetros cuadrados en los alrededores de Valparaíso y Santiago.
“Se puede ver en las caras de la gente la preocupación causada por la destrucción de sus hogares”, dice Renato Ripa, un entomólogo del INIA — Instituto de Investigaciones Agropecuarias. “Ha tomado aproximadamente 40 años llegar a esta situación, y la mayoría de la gente no sabe nada sobre las termitas ni cómo controlarlas”.
En un intento desesperado al tratar de frenar la destrucción, los residentes remueven trozos de madera dañada y los arrojan a la calle, en donde otras personas los recogen para utilizarlos en la construcción de sus viviendas, sin saber que el material está infestado con las termitas.
Algunos remedios populares, como derramar hipoclorito de sodio o petróleo sobre la madera infestada, no son efectivos porque las colonias de termitas subterráneas viven en galerías que pueden estar a muchos metros de profundidad.
“Aproximadamente unas 15 000 mil casas tienen una severa infestación y la destrucción está diseminándose rápidamente”, dice Ripa.
“Si bien el problema afecta a personas de todo nivel social y económico en esta zona, es particularmente preocupante en los vecindarios pobres”. La abundancia de construcciones de madera, que en su mayoría están en contacto directo con el suelo, provee un acceso fácil para este insecto, que por su apetito voraz por la madera, también ataca y destruye árboles.
Ripa, quien trabaja en la estación de INIA en la localidad de La Cruz, a unos 90 kilómetros de Santiago, dijo que él no tenía al comienzo mucha experiencia en termitas subterráneas, por lo cual decidió pedir la colaboración de Nan-Yao Su, un experto en termitas de la Universidad de la Florida.
Su, un profesor de entomología del Instituto de Ciencias de la Agricultura y la Alimentación de la Universidad es reconocido internacionalmente como un experto en el control de termitas, y trabaja con instituciones gubernamentales de muchos países. Recientemente, en los Estados Unidos, Su ayudó al Servicio Nacional de Parques a eliminar infestaciones de termitas en la Estatua de la Libertad en Nueva York, en el French Quarter (Barrio Francés) de Nueva Orleáns y el Centro Histórico Nacional de Christiansted, en St. Croix, en las Islas Vírgenes.
Con la ayuda de fondos otorgados por el gobierno chileno, Ripa y Su iniciaron varios proyectos de investigación en la Quinta Región, los cuales incluyen a Valparaíso, la segunda ciudad más grande de Chile. El país está dividido en 13 regiones, que se extienden por más de 4 000 mil kilómetros de Norte a Sur, sobre el Pacífico.
La ingeniera agrónoma Paola Luppichini, una profesional de INIA en La Cruz, está trabajando con Ripa y Su en este proyecto.
“La meta de nuestra investigación fue determinar la efectividad de cuatro pesticidas disponibles comercialmente en el mercado y desarrollar recomendaciones para el control de los graves problemas causados por termitas subterráneas en esta zona”, dijo Ripa.
Para sus investigaciones, Ripa y Su seleccionaron dos sitios de prueba en Valparaíso y dos en la localidad de Quillota, para comparar dos diferentes métodos, uno llamado “de barrera” y otro “de cebo” — El tratamiento de barrera comprende el uso de productos químicos aplicados directamente al suelo para repeler a las termitas, o prevenir su ingreso a la estructura del edificio. El método de cebo implica la utilización de productos químicos agregados a alimentos para que las termitas los lleven a sus galerías subterráneas y, al ser ingeridos, causen la muerte de toda la colonia.
Los tratamientos de barrera son: Termidor, fabricado por BASF, y Demon, producido por Syngenta Corp. Los tratamientos de cebo son: FirstLine, producido por FMC Corp., y Sentricon, hecho por Dow AgroSciences.
A principios de los años ’90, Su colaboró en la creación del Sistema Sentricon para la eliminación de colonias de termitas subterráneas, con su programa de investigaciones en el Centro de Educación e Investigaciones de la Universidad de la Florida en Fort Lauderdale. En ese entonces, los expertos de esta industria categorizaron al sistema creado por Su como el mayor avance en el control de plagas en más de 50 años.
El sistema de Su contiene un producto químico llamado hexaflumuron, el cual es un regulador de crecimiento que evita la muda normal, reduciendo de esta manera la capacidad de mantenimiento de la población. El producto químico es de baja toxicidad para seres humanos y el medio ambiente, pero menos de un gramo puede matar una colonia completa integrada por millones de termitas.
“En Chile, después de dos años de evaluar los tratamientos de barrera y el de cebo, hemos comprobado que el primero de ellos ayuda a proteger viviendas y otras estructuras del ataque de las termitas, pero no provee una protección completa”, dijo Ripa. “Las termitas son hábiles; porque ellas encuentran la manera de traspasar la barrera y de alimentarse con la madera en las estructuras. Es como si las termitas estuvieran evitando los repelentes”.
También dijo que, durante las pruebas, uno de los dos productos usados en el sistema de cebo no mostró un resultado satisfactorio. “Nosotros notamos que las termitas no comieron casi nada de la carnada FirstLine, y el daño perpetrado por los insectos fue igual al de los sectores sin tratamiento alguno.
Su dijo que la solución duradera para el control y la erradicación de termitas subterráneas en la región es matar las colonias, y el uso de Sentricon es el único medio para lograr el objetivo. “De otra manera, estaremos simplemente persiguiendo a las termitas con el uso de productos químicos repelentes”.
El siguiente paso, según Ripa, es poner el resultado de la investigación a disposición de los consumidores, las empresas de tratamientos contra las plagas, y las agencias gubernamentales.
Y dijo: “basados en los resultados obtenidos nosotros recomendamos el uso del Sistema Sentricon para eliminar colonias de termitas subterráneas, y barreras químicas para proteger las estructuras de los edificios. Solicitaremos al gobierno fondos adicionales para continuar con el control de termitas en la región. También queremos trabajar con organismos gubernamentales para desarrollar un nuevo código para prevenir futuros daños.
El Sitio De Santiago
En Santiago, la ciudad más grande del país, con cinco millones de habitantes, Su está trabajando con James Smith, un entomólogo y empresario en el rubro de control de plagas, para luchar contra el problema de las termitas que ahora afecta a toda la ciudad. Hace siete años, cuando las termitas subterráneas comenzaron a provocar daños generalizados en la ciudad, Smith y Su comenzaron a desarrollar soluciones para enfrentar el problema racionalmente en toda la zona.
Smith, propietario de Terminator Systems en Santiago, dice que el control de las termitas no parece ser una prioridad del gobierno en las zonas pobres de la ciudad, donde la gente tiene preocupaciones más apremiantes, como proveer cuidado y alimentación para sus familias. Y agregó: “algunas personas se dan por vencidas y piensan que tendrá que vivir con el problema por el resto de su vida, pero nosotros les decimos que no, que ese no es el caso”.
“Entonces, lo primero que tenemos que hacer es educar a la gente en unos 30 municipios en el Gran Santiago sobre esta creciente amenaza, luego tendremos que mostrarles formas efectivas de control que el gobierno local apoyará.”
Para demostrar cómo las termitas subterráneas pueden ser controladas con el Sistema Sentricon, Smith y Su iniciaron pruebas en dos zonas de la ciudad, las municipalidades de Cerro Navia y Las Condes. La empresa Terminator instaló cebo en sitios de prueba y controló la actividad de las termitas, comparando los resultados con vecindarios adyacentes que no habían recibido tratamiento alguno.
En Cerro Navia la demostración incluyó 108 viviendas. El costo de $100 000 dólares fue compartido; el gobierno chileno se hizo cargo de la mitad y el resto fue pagado por la empresa de Smith. En Las Condes, que incluye dos diferentes sectores con 30 casas cada uno, el gobierno municipal paga el 96% y los propietarios el 4%.
Dijo Smith: “Cuando el proyecto de Cerro Navia comenzó, 75% de las casas en las 6 cuadras de la prueba tenían graves problemas ocasionados por las termitas, y nosotros pudimos reducir el problema a solamente el 3% en un año y medio, logrando un 95% de control de la plaga. Hoy, solo un sitio periférico del proyecto tiene termitas subterráneas” En Las Condes, inspectores municipales dijeron que en los lugares donde se instalaron las carnadas en Septiembre del 2002, las termitas habían literalmente desaparecido para Junio del 2003.
Raúl Valdez, un especialista en control de plagas urbanas de la municipalidad de Las Condes dijo que el Sistema Sentricon solucionó el problema de las termitas, pero expresó su preocupación porque la situación no era enfrentada por los diferentes gobiernos a escala regional. Y agregó: “lo bueno de este proyecto en Las Condes es que ha aglutinado a la gente para resolver el problema en conjunto. El sector público trabaja con negocios privados y con los residentes del área, y al ver un problema se unen para responder de manera efectiva.”
Su dijo que, a largo plazo, el costo de no controlar la plaga en Chile ahora será muy superior al costo actual de las medidas correctivas propuestas.
“Cuando se considera un sistema como Sentricon, que puede eliminar el problema de las termitas subterráneas en Chile, es necesario recordar que el costo de controlar la plaga es mucho menor que el costo de reparar o reemplazar casas, comercios u otras estructuras en el futuro”, dijo Su.
-30-